Un viejo conocido me compartió un link con la opinión de una de las principales organizaciones privadas, no gubernamentales que reúne a empresarios y líderes de mi región, CEAL. Años atrás habría comprendido distinto el mensaje, aprobándolo totalmente. Pero leí el artículo hace solo unos días y tengo mis dudas. Resulta que la Economía (para mí) no cumple su cometido principal y como Empresario, yo soy parte de lo que no funciona.
Este es el enlace 🔗 al artículo con la opinión publicada en un periódico de mi país, léanlo si pueden, antes de leer el texto a continuación.
CEAL significa Consejo Empresarial de America Latina, pero creo podría ser otro o la ONU. No importa mucho el que opina, pues formas de hacer Desarrollo y Economía hay una sola. Leo el artículo y sinceramente siento vergüenza, pues lo que comprendo pide CEAL se relaciona bastante con lo que yo no sabía de mi rol en la Economía. ¿Ustedes sabían que la Economía es una Ciencia Social?
Tantos años estuve dentro de ella y jamás supe de sus semejanzas con la sicología, la filosofía o la antropología. La Economía debe evaluar, y en especial preguntarse, por la conducta humana cuando nos relacionamos cotidianamente con ella, mientras nos cruza en lo cotidiano todo el tiempo. El dinero es uno de los principales recursos deseados y los mercados, las empresas, los gobiernos intentan administrarlo, poseerlo, cuidarlo, cada uno de la forma más conveniente para si. Esto ocurre de distintas formas, pero necesariamente asociado a nosotros; redes humanas en múltiples relaciones en prácticas productivas. Así emergen contextos y distintos comportamientos en ellos para un inversionista, para un trabajador. A pesar de las diferencias, es de forma conjunta como ambos intervienen el mismo sistema relacional productivo; fascinante en términos teóricos.
Christian, que interesante como el inversionista y el trabajador se complementan. Pero me centaste de las eternas huelgas en Alemania, país tan avanzado, ¿por qué?
Máximo, la Economía necesariamente jerarquiza para funcionar y desde estas prácticas funciona la asignación de recursos, siempre limitados para cumplir con el progreso, el prometido Desarrollo Humano. Esto ocasiona naturalmente desigualdades en sus participantes, incertidumbre, escasez, pero también abundancia, posibilidad de elegir y a otros solamente de obedecer.
¿Estas serían las razones para tanto malestar y resignación en la población del mundo, mientras otros progresan y tienen la sensación de ser exitosos en el mismo modelo? Realmente interesante, sinceramente no sabía que la Economía debía tratar también estos asuntos y que ahora los comprendo como lo que son, fenómenos sociales.
Así es, las relaciones, nuestros sentires son constitutivos de la producción, de los servicios, del comercio. Cualquier modelo produce primero relaciones mientras trabajamos para pagar nuestras cuentas. En este sentido, Máximo, creo que deben ser tomadas en serio y de una vez por todas.
Los economistas necesitan parar con los modelos matemáticos y preguntarse sobre otros elementos que se juegan en la Economía. Pero esto no ocurre, nunca. Y no necesariamente es algo exclusivo de Latinoamérica, claro que no. Yo me formé seis años en Alemania y jamás me enseñaron la importancia de rendir cuentas. Por ejemplo, respecto a los efectos (daños) de los enunciados que guiaron mis teorías mientras activaba con mi rol de Empresario. Sospecho que esta ciencia no se mira el ombligo, al menos yo no he sido parte de ello; ningún espacio de reflexión en mis 28 años de vida productiva. Tal vez por eso cumplí ciegamente mis mandatos economicistas, llenos de buenas intenciones.
Christian, los licenciados en economía no son empresarios necesariamente, ¿o sí? Ellos tampoco son inversionistas, tal vez algunos. Por eso ellos no sienten la libertad de ejercer su profesión como una de tipo social. Me imagino perfectamente como sienten obligación, condesendencia con ustedes, con tu sector, el privado. Yo siento lo mismo contigo. Ustedes pues mueven la economía, pagan con los impuestos casi todo. ¿Te imaginas hablar de esto?
Es cierto, Máximo. No lo pensé así, yo soy ingeniero, pero un economista jamás se animaría a comentarme estos asuntos. Lo mismo ocurre con los sicólogos organizacionales, RRHH; ellos podrían ser de mucha ayuda en el proceso, pero también nos tienen miedo.
Máximo, ¿pudiste leer el artículo compartido más arriba? Trata sobre la participación de Latinoamérica en la Economía Mundial desde los setenta y su actual decadencia.
Ciertamente la participación latina anda mal, pero lo mismo sucede con Alemania en Europa, China acapara todo. O miremos a Paraguay en el MERCOSUR; ahí también nos dejan de lado, sutilmente. Es decir, estos son fenómenos ocurriendo de formas concebidas desde hace mucho tiempo, siglos. Lastimosamente ya aprendimos como funcionar con ideologías terriblemente competitivas, sin acuerdos previos que valgan la pena para todos. Entonces los éxitos y los fracasos funcionan desde una discriminación que hemos naturalizado; yo mismo no he sido colaborativo, pero jamás fui consciente de ello. Te juro, Maximo.
Me pregunto, ¿qué exactamente se resuelve con más Educación, Educación, Educación e inversiones? Llama mi atención la forma con la que CEAL sobre-determina a la Educación. No sé exactamente a que se refieren, aunque puedo imaginarlo. La opinión me incumbe, pues a la palabra la observo hace años. La Educación es un concepto (para mí) tremendamente manoseado, se ha vuelto un fetiche, la excusa para explicar lo que no logramos en mi país, incluso en las elecciones presidenciales. Permanentemente escucho que la Educación es causa y motivo de nuestros quebrantos y ahora lo confirmo con CEAL.
No discuto que nuestra forma de ser y estar con otros (Educación) en Latinoamérica, nuestra formas de relacionarnos, nuestra impuntualidad, nuestros miedos a hablar, a estar en desacuerdo se relacionen profundamente con aquello que no nos gusta de esta región, pero pregunto hace tanto tiempo, ¿quiénes deben responder por esta circunstancia? ¿Solamente maestros, escuelas e instituciones públicas?
Les invito a pensarnos con las siguientes preguntas, son las que me ayudaron a visibilizar los intersticios en mis funciones y responsabilidades de inversionista y mí incomodidad asociada al proceso. ¿Cómo educan las prácticas productivas junto a los empleos que ofrezco? ¿Qué no sabía del miedo en el trabajo y cómo este funciona para que otros se equivoquen y no yo? ¿Cómo educan los privilegios y el tráfico de influencias dentro de la Economía, en nuestros propios organigramas certificados? O la condescendencia en función a las clases sociales, ¿qué estuve enseñando sobre la tolerancia al error, cuando jamás la gestioné de forma transparente para todos, sin excepciones en mi empresa? O, ¿qué no sabemos de las escuelas, universidades como los espacios de fragmentación social por excelencia? ¿Qué sabemos de los mercados atados a la Ley de la Oferta y la Demanda y sus efectos en la epigenética?
La Educación es un asunto, la Formación es otro totalmente. Fíjense en esta imagen, lo que está ocurriendo en Alemania, país supuestamente educado, pero con el tercer peor resultado de su historia en la Evaluación PISA, 2023. Algunos dirán que es solo algo pasajero, un momento X. Podría compartirles la situación de su industria o de su democracia, peor. Imaginen que desde el 2012, ellos tienen un partido de extrema derecha cada vez con mas adeptos y votos.
Qué diría CEAL entonces de los alemanes, ¿que no tiene Educación por eso votan así y los alumnos fracasan en PISA?
Que fuerte todo esto. Y esto que mencionas, Christian, de la Educación. Las maestras son responsables de la formación, de transferir conocimientos. Es cierto que también educan, pero lo hacen tanto como vos en tu empresa con la calidad de los empleos que ofreces. O los horarios de trabajo, la participación que le das a las personas y que generalmente no es real. Pero mejor me callo con este tema, porque te vas a enojar conmigo.
Ya no me enojo Máximo, antes sí. Conocer mejor las ciencias sociales, aprovecharlas en mi rol economicista me habilitó nuevas comprensiones, pero también me condujo a ser visto como un amargado, un aguafiestas; el que aparece entre sus colegas y todo se pudre. ¿Por qué?
Tal vez porque ando compartiendo, cómo nosotros estamos inmiscuidos en nuestras investigaciones, en las opiniones respecto a casi todo lo que no funciona con la Educación, la Producción, la Democracia, los gobiernos, etcétera. Te imaginas que oír esto es naturalmente desagradable, incómodo, entonces desde nuestros múltiples sesgos, comprensiones y Educaciones, seguimos construyendo verdades absolutas, negando lo que no conocemos. Eso sí, siempre desde las buenas intenciones y esto me consta, no lo hacemos intencionalmente, Máximo.
No soy parte de CEAL, tal vez porque no tengo las competencias y el capital necesario, no lo sé. Sin embargo estuve en colegiados empresariales muy parecidos y me atrevo a decir, que he recibido casi la misma Educación que los miembros de CEAL. Sí, he aprendido a fijar un determinado sentido a lo que hago como Empresario, como líder que busca influir y todas esas cosas que nos enseñan y dominan. Conozco de memoria, porque he vivido las prácticas productivas, nuestras aptitudes morales con las que articulamos la Economía, el Progreso, el Consumo, el Sector Privado en Latinoamérica.
Máximo, yo fui formado como ingeniero, soy industrial y te aseguro haber creído saber porqué no crecemos, porqué no innovamos, porqué los gobiernos y la corrupción son nuestro único problema. Lo hacía opinando desde mi corazón y no lo digo con ironía, pues dedicar tiempo y recursos para ayudar a los que no pueden es verdaderamente gratificante. Esto lo hice por casi 20 años de mi vida productiva.
Christian, ¿sentís haber perdido el tiempo? Te fotografiaban y aparecías en los diarios, no te hagas el sonso. Ahora te pregunto, ¿de que manera crees que esto que comentas, se asocia a aquello que a ustedes empresarios no les parece de los demás en Latinoamérica, por ejemplo de nuestra educación?
Te comparto mi parecer. En las ciencias sociales también existen distintas corrientes de pensamiento, pero hay acuerdos, algunos fundamentos nucleares. Así como la ley de la gravedad es clave en las ciencias exactas, uno de los fundamentos de las ciencias sociales dice que el individuo no es un sujeto autoproducido, que se hace así mismo, en solitario, libre de factores ambientales. Pero nosotros seguimos creyendo que depende de cada uno y que tranquilamente con escuelas y doctorados podemos educar como algunos preferimos. Lamento decirte que esto no funciona así, Máximo. Otro consenso es con el piso de lo cotidiano, que nunca fue parejo. Es decir, no nacemos en igualdad de condiciones, en los mismos contextos sociales y con las mismas oportunidades. Y los avances en la neurociencia confirman esto.
No te parece que estos dos asuntos ya son suficientes para frenar por unos minutos, semanas o años la marcha de tus teorías economicistas, individualistas y construidas desde las creencias que ustedes pueden y otros no. No somos todos iguales, pero todos valemos y tenemos algo que decir en esto que no funciona.
Estoy de acuerdo contigo Máximo, pero solo no puedo. Por eso escribo y ya que estamos, aprovecho para preguntar desde mi total ignorancia al Consejo CEAL, ¿existe la remota posibilidad de ser –de una vez por todas– brutalmente honestos con nosotros mismos, con nuestras prácticas económicas?
El Desarrollo Humano no está funcionando para todos y esta es la fase cero, el punto de partida necesario e innegociable para construir juntos algo distinto. Si hay quienes aún románticamente creen en los enunciados de nuestras teorías, pues no se que más escribir aquí, pero lo entiendo, porque seguir en lo mismo permite seguridad, confort, paz en nuestras vidas, aunque solo para algunos pocos.
Consulto al mismo Consejo, ¿cómo sería si alguna vez los trabajadores, las madres, nuestros gerentes sintieran la libertad de hablar frente a nosotros sobre sus organizaciones productivas, cómo tampoco cumplen lo que prometen, tal vez parecido a nuestros gobernantes. O que mañana pudieran expresarse sobre el no cuidado de su sentir cuando trabajan, su dignidad. O sobre lo que ocultamos cuando algunos conversamos, planificamos, premiamos y certificamos, pero ellas y ellos hace tiempo saben lo que callamos.
Uf, que duro escucharte. Y cómo sería para vos hacerte cargo de los daños y perjuicios que causaste al medio ambiente con tu industria.
Máximo, no solamente los estados y los gobiernos requieren cambios, nosotros también debemos hacerlo. No solamente para respetar lo humano, la vida del 90% de las personas, sino también para causar menos daños innecesarios. Por ejemplo, los accidentes fatales de Boing con el 737 MAX en el 2018 y otro en el 2019. O el escándalo del Dieselgate en Volkswagen, que le costo más de 19.000 millones de Euros y a Boing 400 muertos. Hay suficiente información sobre ambos casos y podrás comprobar que son fenómenos sociales, efectos del modelo económico en el que vivimos.
El Desarrollo Humano junto al bienestar son también sentires que se coordinan y se construyen junto a quienes pretendemos lo disfruten. Pero hacerlo de esta forma (juntos) será incómodo, inusual, pues actualmente nosotros somos parte importante de las fallas técnicas, así como del malestar, las carencias en las sociedades del mundo.
Entonces, la participación de la que se queja CEAL no es otra cosas que la crónica de una muerta anunciada. Una especia de muertos que se asustan del degollado, ¿algo así sería?
Máximo, antes sí, pero hoy sinceramente ya no creo en el sujeto exitoso que se autodetermina, se construye a sí mismo, es líder porque se esfuerza más que los demás y es capaz de todo si se lo propone. Nacemos con tremendas diferencias y la sobredeterminación del liderazgo, lo individual, las elites, la resiliencia y el hombre blanco que abre la boca y enuncia la verdad, ya no tiene sentido, esta vencido, no funciona, pero esto no es fácil reconocerlo.
La nota en el periódico cita al Señor Churchill. Creo que es mejor ni hablar del Reino Unido junto a las esperanzas de este señor. Lo que alguna vez fueron y lo que hoy son, aún siendo parte del primer mundo, muy duro de tragar. Por eso, es mucho mejor pisar juntos nuestra tierra y hacernos cargos de nuestros actos. No somos necesariamente culpables, pero si responsables. Humildes, empecemos a preguntar, ¿cómo podemos hacerlo distinto?, esta vez JUNTOS.
Es solo mi parecer, tal vez estoy equivocado.
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Christian Eulerich
PD: Esta es solo mi opinión. Hay cuestiones que cuando las conversamos, movilizan nuestras ideologías, nuestras creencias de vida. Aquí vale la pena mencionar, que las lineas que escribo se asocian a la dificultad de plantear lo incómodo. Encontrar personas dispuestas a hacerlo no es sencillo.
En las líneas de más abajo se observa como el creardor del artículo vé al trabajador solo como a un objeto, eso mismo pasa con la mayoría los grandes empresarios de Paraguay.
Latinoamérica con una educación muy deficiente, con una baja inversión en equipamiento y tecnología y con una pésima infraestructura, tiene como resultado un trabajador de muy baja productividad.