Christian Eulerich
¿MINISTERIO DE FORMACIÓN O MINISTERIO DE EDUCACIÓN?
Las escuelas, los centros de formación profesional o las universidades, ¿qué función principal tienen?
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¿QUIÉNES NOS EDUCAN?
El miedo a expresarnos, la contaminación global o el No Desarrollo Humano...
¿Son cuestiones de Educación o Formación?
¿Responsabilidad de quién es la Educación?
¿Aprendimos una definición equívoca de la Educación?
La Formación se puede planificar y auditar fácilmente, por ejemplo, con la reconocida evaluación internacional PISA.
Este sistema de la OECD apuesta a la capacidad de un joven (15 años) para utilizar sus conocimientos y habilidades en lectura, matemáticas y ciencias. La OECD afirma, que estos son claves para afrontar los retos de la vida real.
Recordemos que la Formación es también posible en solitario. Un autodidacta puede dominar su materia, sin embargo no saber como relacionarse con los demás.
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La Educación sin embargo no se puede planificar ni controlar, menos evaluar.
El proceso deviene permanentemente, sucede en todo momentos del «ser» humano con otros, espontáneamente o no. Es la internalización de de historias presentes y anteriores, el contexto que lo contiene.
Las personas nos hacemos en la convivencia: nuestra conducta emerge y se renueva con cada relación.
A diferencia de la Formación, la Educación es imposible en solitario. Un Educado puede no dominar una materia, pero saber como relacionarse con los demás.
Son concomitantes y recursivos, no por eso sinónimos.
Internalizamos y nos educamos con lo que nos antecede del pasado y presente, históricamente. Creamos relaciones a partir de elementos que naturalizamos, pensando que siempre fueron nuestros, como privilegios, color de piel, clase social y mucho más.
Aprendemos en múltiples momentos de la vida: creamos
vínculos en el trabajo, la. calle, la escuela y con el jefe que impone sus formas y abusa de sus privilegios naturalizados. Todo interviene ligera o severamente en la Educación que asimilamos y reproducimos.
Cuando la maestra enseña (forma) en el aula, también está educando. Y educa porque transfiere sus preferencias, creencias a través de la relación con cada alumno. No obstante de las posibilidades de educar que posee esta maestra, la responsabilidad de la escuela sigue siendo la de formar. Ojo con este detalle.
¿Cómo se pretende transformar la Educación? ¿Quiénes deben hacerlo? ¿Son las escuelas el único medio para lograr el objetivo? No lo creo...
¿Qué comprensión tiene el hispanohablante de la Educación?
El lenguaje construye el pensamiento y con cada idioma esto sucede distinto. Por ejemplo, en alemán la institución que coordina las escuelas, colegios y universidades, articulando la transferencia y generación del conocimiento se denomina –traducido al español–Ministerio Federal para la Formación y la Investigación. En alemán, Bundesministerium für Bildung und Forschung.
Enorme diferencia con el español; Ministerio de Educación y Ciencias. Tal vez sea necesario ponernos primero de acuerdo, qué pretendemos influir desde el Estado, la Formación o la Educación. Lo primero se puede desde instituciones pública, pero los segundo no, porque supone múltiples coordinaciones en función a múltiples elemento y actores en múltiples espacios y momentos: economía, religión, familia, trabajo, televisión, publicidades, redes sociales, clases sociales, privilegios; absolutamente todo educa.
Ciertamente mejores sistemas de Formación agregan valor al proceso educativo, no lo dudo. Pero la Academia no pueden lograr nada solitariamente. Ciento de veces he escuchado esta equívoca definición de la Educación mientras conversamos en el idioma español.
No hay buena ni mala Educación, solo hay personas que han aprendido a ser con otras, desde lo que vivieron, sintieron y pudieron. Nadie se hace solo.
Cuanta gente sin Formación, pero con una gran Educación.
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